martes, 25 de octubre de 2016

Colin Stetson and Sarah Neufeld - Never Were the Way She Was (2015)



En esta tarde de lluvia compartiendo música con un amigo, recuerdo este tremendo disco del año pasado. Colin Stetson en variedades de extraños vientos (saxos?), imposiblemente graves, enormes y ejecutados con gran expresividad, tocados a menudo con la técnica de respiración circular (lo que permite que suene indefinidamente sin pausas para respirar) y Neufeld al violín, crean juntos algo orgánico, tocado en  vivo, "sin sobregrabaciones ni loops", y donde la percusión la hacen ellos mismos golpeando sus instrumentos o el piso. Repetitivo, casi música electrónica, patrones de saxo que se pueden semejar a secuencias de sintetizador en algunos temas, y en otros a chirridos desgarradores fuera de este mundo, bajo la telaraña, el tejido ondulante de las cuerdas de Neufeld, que también presta su voz ocasionalmente para complementar el sonido con sus coros lejanos. Algo realmente oscuro y cautivante. Para días de lluvia. Terminó y lo arranco  de nuevo.

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sábado, 15 de octubre de 2016

Michael Formanek Ensemble Kolossus - The Distance (2016) [FLAC



No suelen gustarme los discos de grupos grandes: ensembles ni mucho menos big bands u orquestas. Sé que me pierdo de mucho. Pero es que muchas veces los grupos grandes actuales tienen arreglos o propuestas estéticas que bordean el jazz de museo del que tanto reniego. Siempre sostengo que el jazz puede y debe ser algo audaz, arriesgado, y tener una búsqueda de nuevas sonoridades y expresiones estéticas. Generalmente me limito a escuchar tríos, cuartetos y quintetos, porque incluso aunque la música que toque ese grupo más reducido no sea demasiado arriesgada, al menos el formato ya presenta unas limitaciones (u oportunidades) que tienden a un sonido más crudo. Al menos ese es el jazz que me interesa a mi. Y bueno, en el caso de este disco de hoy, puedo estar tranquilo. Este "Ensemble Kolossus" de 19 músicos (todos grandes nombres con su propia carrera y reputación) no es ninguna música de fondo para cocteles.  Estoy seguro de que Michael Formanek, el líder, le debe mucho a los grandes de las big bands (Ellington, etc) en su eleaboración de este trabajo, pero en estas composiciones hay un absoluto sentido de lo contemporáneo. Es una música que me induce a un estado de trance, por lo moderno, oscuro y extraño que suena, sin perder por eso la "escuchabilidad". Hay melodías y frases muy reconocibles que son el eje de la composición y se repiten y se van recargando hasta la ebullición. Y hay mucha variedad: momentos de un solo instrumento, o dos o tres dialogando... hasta que vuelve a explotar la banda completa en un remolino de voces que por momentos suena perfectamente coordinado y por otros, un caos exquisito. Resalto la guitarra de Mary Halvorson, tal vez una de las grandes nuevas personalidades en el jazz contemporáneo de los últimos años, quien goza actualmente de una gran popularidad en esos círculos, y está siempre trabajando constantemente en varios proyectos. Su sonido es único. Además de tener un par de trucos sonoros en cuanto a efectos de pedales, creo que tiene un estilo que la distingue de cualquier otro guitarrista que haya escuchado.




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domingo, 14 de agosto de 2016

Avatares de un blog de música

Hace ya más de un año que no publico una entrada en este blog. Eso no significa que haya decaído en lo más mínimo mi pasión por la música y por el jazz, aunque tal vez sí haya ocurrido eso respecto a la actividad misma de reseñar discos. Con el paso del tiempo me di cuenta de que el formato reseña, al menos como yo lo veo, resulta muy limitado. Me encuentro repitiendo adjetivos, superlativos, y formas generales una y otra vez en cada reseña. Eso sin mencionar que el hecho mismo de hablar sobre música es un despropósito. Ya sabemos que al mismísimo Miles Davis no le gustaban las reseñas en la contratapa de sus discos, que él opinaba que a la música hay que tocarla y escucharla, y que hablar sobre ella no tenía sentido. Y como dijo Frank Zappa, "hablar sobre música es como bailar sobre arquitectura". A todo esto hay que sumarle la permanente inestabilidad de los medios concretos para compartir la música en internet. Las megacorporaciones de derechos de autor siempre están cerrando plataformas y servicios, en una lucha de nunca acabar. Actualmente los links de los discos anteriores que subí durante todo este tiempo, probablemente sigan activos solamente por el hecho de que yo los sigo compartiendo en mi computadora, pero el cierre de  la página donde subía los links es un fuerte golpe ya que impide que se difundan y que más gente los tenga alojados, lo cual permitiría mayor disponibilidad y velocidad de descarga.
Más allá de todo esto, lo cierto es que sigo escuchando música, sigo escuchando jazz, y encuentro nuevos lanzamientos que me dan muchas ganas de compartir. Así es que en los próximos días volveré a publicar entradas. No sé bien si les dedicaré largas reseñas como antes. Tal vez sólo escriba un par de líneas con mis impresiones y nada más. Tampoco sé si tendré constancia, pero, al menos por ahora, se vienen un par de entradas con discos super interesantes.
Volvemos al ruedo.