domingo, 14 de agosto de 2016

Avatares de un blog de música

Hace ya más de un año que no publico una entrada en este blog. Eso no significa que haya decaído en lo más mínimo mi pasión por la música y por el jazz, aunque tal vez sí haya ocurrido eso respecto a la actividad misma de reseñar discos. Con el paso del tiempo me di cuenta de que el formato reseña, al menos como yo lo veo, resulta muy limitado. Me encuentro repitiendo adjetivos, superlativos, y formas generales una y otra vez en cada reseña. Eso sin mencionar que el hecho mismo de hablar sobre música es un despropósito. Ya sabemos que al mismísimo Miles Davis no le gustaban las reseñas en la contratapa de sus discos, que él opinaba que a la música hay que tocarla y escucharla, y que hablar sobre ella no tenía sentido. Y como dijo Frank Zappa, "hablar sobre música es como bailar sobre arquitectura". A todo esto hay que sumarle la permanente inestabilidad de los medios concretos para compartir la música en internet. Las megacorporaciones de derechos de autor siempre están cerrando plataformas y servicios, en una lucha de nunca acabar. Actualmente los links de los discos anteriores que subí durante todo este tiempo, probablemente sigan activos solamente por el hecho de que yo los sigo compartiendo en mi computadora, pero el cierre de  la página donde subía los links es un fuerte golpe ya que impide que se difundan y que más gente los tenga alojados, lo cual permitiría mayor disponibilidad y velocidad de descarga.
Más allá de todo esto, lo cierto es que sigo escuchando música, sigo escuchando jazz, y encuentro nuevos lanzamientos que me dan muchas ganas de compartir. Así es que en los próximos días volveré a publicar entradas. No sé bien si les dedicaré largas reseñas como antes. Tal vez sólo escriba un par de líneas con mis impresiones y nada más. Tampoco sé si tendré constancia, pero, al menos por ahora, se vienen un par de entradas con discos super interesantes.
Volvemos al ruedo.