Bootleg, o sea, disco pirata. Un disco pirata... oficial.
Sería injusto decir que este nuevo material compuesto por 3 CDs + DVD es "sólo para fanáticos". Porque la inmediatez, la energía, el talento, la osadía que rezuma toda la música que contienen (sobre todo el DVD, que es realmente una pieza de colección para archivar y ver muchas veces), pueden ser reconocidos y disfrutados por cualquier amante de la música. Pero para un seguidor de Miles Davis hay muchos matices y detalles que cobran un valor extra. Como el hecho de que este es un período muy breve y poco conocido de su carrera, entre el clásico Segundo Quinteto acústico y sus futuros grupos eléctricos, que estarían plagados de guitarras, efectos, wah-wahs y grooves ácidos. Este grupo sigue siendo principalmente acústico salvo porque el piano eléctrico de Chick Corea toma el lugar del piano acústico. También hay un cambio de personal. El único miembro del quinteto anterior es el tremendo Wayne Shorter al saxo tenor y soprano, que como siempre brilla por su originalidad y genialidad destellantes. Y es muy interesante escuchar un repertorio amplísimo: desde un agiornado y casi irreconocible 'Round Midnight, grabado por Davis en 1957, pasando por temas del Segundo Quinteto (casi siempre escritos por Shorter) hasta muestras de lo que sería el nuevo album Bitches Brew.
Otro detalle de importancia es que este quinteto nunca grabó en el estudio. Por eso se lo apoda el Lost Quintet. Estas grabaciones en vivo son casi el único material oficial que documenta a este grupo, 44 años después de su existencia.
En consistencia con el término "pirata", la calidad de audio de los CDs es bastante buena pero no es perfecta. Después de todo estas son grabaciones sin demasiado profesionalismo, que tal vez nunca pretendieron ver la luz. De todas maneras se dejan escuchar perfectamente. El primer CD es el más flojo en ese sentido, pero mejora mucho en el segundo y el tercero.
Quiero poner énfasis en el DVD. El sonido probablemente sea mejor incluso que el de los CDs. Y la calidad de imagen es absolutamente perfecta. En colores naturales y definidos. Desde el momento de subir al escenario ya hay una actitud: los formales trajes y corbata de tan sólo un par de años atrás, fueron reemplazados por chaquetas de cuero, botas, pañuelos, jeans. Hasta la trompeta es de un psicodélico anaranjado con negro. Ver con lujo de detalle a Wayne Shorter y a Miles Davis turnarse para improvisar sobre la salvaje base rítmica de Jack DeJohnette en la batería y Dave Holland en el contrabajo, todo bañado por los sonidos eléctricos del Fender Rhodes de Chick Corea, es algo que me induce al trance. La presencia que tiene Davis en el escenario es imponente. Su eterna seriedad, sus extraños movimientos bruscos, y la impasibilidad con que dispara cientos de notas -o según el caso una sola- con total precisión mientras la transpiración cae por su cara es digno de ver. El video está filmado con varias cámaras y hay muchas tomas muy bien logradas. Es imperdible para cualquiera que tenga curiosidad por ver a Miles Davis en la cumbre de su búsqueda creativa, explorando sonidos, texturas, y formas nuevas, en un recital demoledor.
3 discos
DVD
video promocional:
http://www.youtube.com/watch?v=Ec_gYe03cX8
impresionante tus comentarios!!!! gracias x compartir estas palabras. Hernan Vidal, LA Plata (Argentina)
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